El estuche y tarjeta de baile apareció en 1820. Servía como un recordatorio para la bailarina y contiene la secuencia de bailes que se habían programado para la noche. Al lado de cada danza, se escribía el nombre del socio que se había ofrecido para un baile (o que se solicitaba). Poco a poco el uso se extendió también a los hombres.
Los estuches para estas tarjetas de baile era un objeto que podía tomar muchas formas, los fabricantes hacían de ellas verdaderas obra de arte, hechas de materiales valiosos como la plata, de marfil o el nácar.
guau!!!.... me quede perpleja!!!
ResponderEliminarUna preciosidad, si fuera en la actualidad, me imagino a las chicas con las tabletas electrónicas.
ResponderEliminarSaludos.
¡Qué maravilla!, son verdaderas preciosidades..
ResponderEliminarSon preciosos y una curiosidad sin duda pero siempre he pensado que yo tomaría nota pero si el primero me gustaba lo suficiente rompería mis otras citas inmediatamente y repetiría con ese por siempre jamás, ja, ja...
ResponderEliminarPreciosos, realmente preciosos. Con que gusto tan exquisito cuidaban antes hasta el más mínimo detalle.
ResponderEliminarte he dejado cuatro premios en mi blog, ja, ja... que no te falten. un beso
ResponderEliminargracias bego me paso por alli!!!
ResponderEliminar